Partiendo de que el sector educativo tiene la labor de considerar el bienestar integral de todos sus alumnos, es necesario que las instituciones superiores dediquen esfuerzos a estudiar en qué circunstancias se encuentran sus estudiantes (Hernández-Torrano et al., 2020; Ruggeri et al., 2020). Por lo tanto, un monitoreo sobre las habilidades ciudadanas que poseen es pertinente para saber qué áreas necesitan ser reforzadas en pro de que estas sean atendidas en el aula, sin dobles discursos y con una adecuada concepción de las mismas (Pais y Costa, 2020). En el caso latinoamericano y específicamente en los países estudiados, la bibliografía reflejaba que había oportunidades para reforzar, pero no se habían profundizado acerca de cuáles (Kleba y Reina-Rozo, 2021).
Para responder a la pregunta de investigación: ¿Cómo son las habilidades ciudadanas en los estudiantes de las universidades participantes? se retomaron los resultados del laboratorio ciudadano del Fondo Novus Tríada, que propone utilizar tres dimensiones para determinar qué es lo que integra el sentido de ciudadanía en los alumnos universitarios. Al tratar de explicar cómo son este tipo de cualidades en las universidades participantes se encontró que sí hay un sentido importante de lo que conforma la ciudadanía, pero no está enteramente desarrollado. Así mismo, hay áreas de oportunidad que se presentaron en los resultados.
En cuanto a la universidad de origen, el resultado más relevante fue la intensidad en la que los alumnos se sienten parte de la comunidad universitaria, debido a que en las tres instituciones hubo negativas rotundas. Cabe enfatizar que aquel resultado no fue mayoritario, empero, en una pregunta similar acerca de la intensidad en la que los alumnos se sienten parte de redes familiares o de amistad, hay respuestas contundentemente positivas. Esto implica que los alumnos tienen opiniones divididas acerca de sus organizaciones universitarias, pero en lo personal sí tienen claro de dónde son parte. Como la literatura proveyó, debe haber un balance entre los sentimientos de comodidad en el hogar y en la universidad, por lo que en las tres universidades este es un tema a mejorar para que los alumnos refuercen su sentido de pertenencia (Ahn y Davis, 2023; Pedler et al., 2022).
Con respecto al género, un resultado que sobresalió entre los registrados fue la intensidad con la que los alumnos participan en colectivos, organizaciones estudiantiles, u grupos similares de la universidad de origen. Esto resultó relevante contrastándolo con que sí hay interés en tomar acción en colectivos, pero exclusivamente cuando estos son de la sociedad civil y/o no-gubernamentales. Esto fue comprobado en una de las correlaciones presentadas. En este caso, cuando los grupos son universitarios, el género masculino respondió mayoritariamente que están totalmente en desacuerdo con participar en estas organizaciones. De forma similar, en cuanto al género femenino, contestó que estaban en desacuerdo; lo cual implica que hay una resistencia de los universitarios estudiados a ser miembros de grupos estudiantiles. Esto también se puede relacionar con lo anterior, que no tienen un sentido de pertenencia reforzado en sus instituciones educativas debido a que no sienten conexión con estos colectivos universitarios.
Ciertamente hay un espacio para vigorizar las habilidades ciudadanas en los encuestados y se puede suponer que el sistema de causas que detiene su talento está en las universidades donde se desenvuelven. Esto es importante debido a que son tres instituciones superiores distintas, pero los resultados presentados reflejan que hay posibilidades de mejorar la pertenencia en la universidad y también las habilidades ciudadanas. De igual forma, este artículo es relevante en pro la aplicación en las instituciones superiores y descubrir cuáles son las debilidades que presentan, pero se necesita consolidar un sentido de pertenencia en la comunidad universitaria y, posteriormente, animar a los alumnos a participar en sus asociaciones (Ahmadi, 2023; de Bie, 2022).
De manera que no se deben generalizar los resultados al resto de América Latina; futuras líneas de investigación podrían considerar el resto de los países de la misma región. Al hacerlo, se podría realizar un estudio comparado con mayor profundidad, y encontrar cuál es la cualidad que más se debe reforzar en el caso específico de cada país.
Además, crear un laboratorio ciudadano de forma conjunta entre diversos países permite replicar la metodología empleada, siendo un parteaguas en el descubrimiento de qué necesitan los alumnos universitarios de cada país, para aprovechar en su totalidad sus capacidades.
En definitiva, se refuerza la hipótesis de investigación debido a que los resultados alcanzados y la discusión de los mismos en comparación con la literatura consultada permite afirmar que los alumnos de las universidades participantes necesitan reforzar sus habilidades ciudadanas para el bienestar de la sociedad. Además, se agrega la necesidad de una mejor conceptualización de las habilidades ciudadanas, su relación con el currículo, las potencialidades para promover el bienestar y el sentido de partencia. Estas ayudas favorecen el cumplimiento de la misión de la universidad moderna, el desarrollo social y la preparación de las futuras generaciones de profesionales para construir un mundo mejor.