Organismo de Certificación de Implementos y Maquinaria Agrícola (OCIMA)
En México existían en 2009, 238 830 tractores en servicio según FAO (2012), y el 54% ya había rebasado su vida útil. Pa- lacios et al. (2003), menciona que desde 1997, el mercado mexi- cano ha sido muy estable reportando ventas promedio de entre 10 000 y 11 000 tractores anuales. Sin embargo, de acuerdo a Flores et al. (2007), la venta total de once mil tractores, repre- senta claramente un déficit sobre el total de la producción, situa- ción principalmente motivada por la crisis que enfrenta el sector, ya que de acuerdo a este autor, el mercado potencial oscila entre 15 000 y 18 000 unidades. Por otro lado, las importaciones se han incrementado, estas crecieron a una tasa media anual de 4,89% entre 1980 y 2010 (FAO, 2012). En promedio se importaron 25 000 unidades. Dentro de los problemas que enfrentan los que se cumpliera con estándares establecidos por las normas mexicanas referentes a los procesos de producción y funcio- namiento en el campo.
La SAGARPA acordó con el Instituto Nacional de In- vestigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el establecimiento del OCIMA en Agosto de 2003. Este Orga- nismo fue creado para certificar la calidad de la maquinaria y equipo agrícola, que es apoyada con recursos federales dentro del Programa para la Adquisición de Activos Productivos de la SAGARPA. El OCIMA tiene como objetivo respaldar al agricultor y avalar que se cumple con las normas mexicanas (NMX) y las especificaciones necesarias para garantizar el buen desempeño de su equipo (INIFAP-OCIMA, 2011).
Proceso de certificación
El proceso consta de diferentes etapas, de acuerdo a la nor- matividad del Organismo, el fabricante o comercializador de maquinaria agrícola en México, debe contar con un Sistema de Gestión de Calidad implementado que abarque hasta el servicio posventa que se ofrece al usuario final de tractores. Este proceso se inicia cuando el fabricante o comercializador de maquinaria agrícola en México solicita la certificación al OCIMA, el Or- ganismo requiere y revisa la información técnica referente al diseño y características de fabricación de los tractores que desea certificar. Posteriormente se lleva a cabo una auditoría en sitio, cuyo fin es evaluar el cumplimiento de los requisitos establecidos en Esquema de Certificación de Tractores Agrícolas y de cumplir satisfactoriamente con ellos, se procede al muestreo del producto (Ayala et al., 2011). Los equipos muestreados son enviados al laboratorio de pruebas del CENEMA, para que sean ensayados de acuerdo a los métodos descritos en las normas mexicanas aplicables. Si cada una de las etapas se concluye satisfactoriamente, el proceso de certificación de un tractor que cumple con los requisitos específicos, requiere un máximo de 97 días hábiles (Cuadro 2). Una vez que los resultados del proceso son satisfactorios, se emite un certificado de conformidad por el OCIMA, el cual tiene una validez de 3 años.
Productos certificados
Hasta junio de 2013, existen 76 tractores certificados con una potencia a la “toma de fuerza” que varía de los 18,3 a los 130 hp (Cuadro 3) (horse power-hp, por sus siglas en inglés)
Los modelos han sido ensayados en el laboratorio del CENEMA, tomando como referencia la norma mexicana NMX-O-169- SCFI-2002 “Tractor agrícola-potencia a la toma de fuerza” (Secretaría de Economía, 2002). Y la norma “Tractor agrícola-fuerza de levante hidráulico al enganche de tres puntos” en la capacidad de levante a los 610 mm, (milímetros) NMX-O-207-SCFI-2004 (Secretaria de economía, 2004).
Además de las normas anteriores, el OCIMA certifica estructuras de protección contra volcaduras según la norma NMX-O-181-SCFI-2003 “Tractor agrícola–cabinas y marcos de protección de tractores agrícolas y forestales –especificaciones y método de prueba (prueba estática)” (Secretaría de Economía, 2003). El propósito de la cabina y/o estructura es mantener una zona de protección para el operador en caso de volcaduras. Las estructuras certificadas por el OCIMA han superado las pruebas hechas en el laboratorio del CENEMA, por lo que se garantiza la seguridad al usuario. Actualmente existen 18 tipos de estructuras certificadas que se acoplan a los 41 modelos de tractores también certificados. En cuanto a estructuras de protección certificadas son 38 que se ajustan a los 76 modelos de tractores igualmente certificados (Cuadro 4).
De enero de 2010 a junio de 2013, el OCIMA ha emitido dictaminaciones negativas durante el proceso de certificación, ya que no se ha cumplido con alguno de los requisitos estable- cidos en el “Esquema de certificación de tractores agrícolas”.
De 87 modelos de tractores que estuvieron en proceso de certificación, el 41,37% tuvo una dictaminación no favorable (Cuadro 5).
Las principales causas del incumplimiento de los requisitos de certificación son las siguientes:
- Resultados negativos de los ensayos. Es común que durante la prueba de cabinas y marcos de protección de tractores agrícolas, la zona de seguridad para el usuario, se vea afectada, por lo que no se cumple con lo establecido en la NMX-O-181- SCFI-2003, por ejemplo, de enero de 2010 a junio de 2013, de los 87 modelos que participaron en el proceso de certificación, 23 tuvieron incumplimientos con este criterio, es decir el 26% del total. En el caso de la NMX-O-207-SCFI-2004, el 17% no cumplió con lo esperado. (Cuadro 4) y en potencia a la toma de fuerza (NMX-O-169-SCFI-2002) el 16%.
- Los fabricantes o comercializadores de maquinaria declaran especificaciones al inicio del proceso de certificación, los cuáles no coinciden con los resultados obtenidos al concluir
- Incongruencia en la información proporcionada. La información documental proporcionada por el fabricante no coincide con las características físicas del equipo, asientos, estructuras de protección, cabinas o componentes de este, etcétera.