El OCIMA ha logrado un mayor control de la información que proporcionan los fabricantes y/o comercializadores a los usuarios finales.
La certificación de tractores es un servicio que ha permitido avanzar en la regulación de un mercado de calidad, ya que ha sido un proceso que confirma que el equipo agrícola cumple con los estándares necesarios y relevantes para el productor.
El productor debe estar seguro que el certificado no sólo es el resultado de una situación momentánea, ya que el personal del OCIMA examina con regularidad los modelos certificados para tener la certeza de que estos se adecúan a las muestras que fueron probadas en el laboratorio. De esta manera, se testifica que los productos mantienen el nivel de conformidad durante los tres años de vigencia de la certificación.
Es importante que al momento de la adquisición de un equipo certificado, el productor esté consciente de los benefi- cios que este tiene, pues al detectar cualquier tipo de anomalía relacionada con el servicio prestado por la empresa que el productor debe saber que existe una vía a la que puede acudir para reportar lo sucedido, que en este caso es el OCIMA, el cual actúa como verificador de lo ocurrido.
Como tal, el certificado supone una ventaja durante la toma de decisiones del productor, es decir, el usuario no depende sólo de la información suministrada por el fabricante al elegir su equipo, sino que se puede apoyar del dictamen emitido por el Organismo.