Déficit de presión de vapor
La ausencia de control climático en el invernadero mediterráneo produce grandes variaciones diarias de la humedad relativa. Es habitual pasar en un mismo día desde el punto de rocío a una humedad relativa del 30 % o de un déficit de presión de vapor de
0,2 kPa durante la noche a valores superiores a 3 kPa al mediodía solar. Las situaciones extremas que originan elevado déficit de presión de vapor entre las hojas y el aire sue- len presentarse los días de alta insolación, especialmente al inicio del cultivo y pueden alcanzarse DPV próximos a 5 kPa, sucede cuando el índice de área foliar del cultivo es bajo y por tanto también su capacidad de disipar el calor a través de la transpiración (Lorenzo et al., 2003). A medida que aumenta el LAI, el DPV del ambiente se sitúa dentro de unos valores más bajos y por tanto menos estresantes. En el invernadero la principal fuente de vapor de agua es la transpiración de cultivo.
El contenido de humedad de la atmósfera incide sobre: el turgor celular, la expan- sión foliar, el crecimiento y desarrollo aéreo y radicular de la planta, la transpiración del cultivo, la absorción de nutrientes y la producción de materia seca.
Las condiciones de alta demanda evaporativa pueden originar desequilibrio hídrico en las plantas, cuando la demanda hídrica del ambiente supera la absorción de agua por el sistema radicular, si este es incapaz de abastecer las exigencias ambientales. Este efecto, se agudiza y puede llegar a ser drástico cuando el sistema radicular está mermado por variaciones en la distribución de asimilados, especialmente durante la fructificación, como se ha descrito para el cultivo de tomate (Hurd, 1978). Después de noches frías, seguidas de días despejados, se puede observar un marchitamiento foliar, expresión de un severo déficit hídrico; en estas situaciones se aconseja disminuir la radiación incidente. La reducción de la absorción de agua por las raíces frías se debe a una reducción de la conductancia hidráulica.
Cuando el DPV es alto, la elevada transpiración por área foliar o el efecto directo del DPV pueden reducir la conductancia estomática y la fotosíntesis neta. Esta respuesta representa un comportamiento conservador propio de numerosas especies con el fin de evitar la deshidratación irreversible de la planta. Sin embargo, resultados obtenidos de experiencias desarrolladas en cultivo de pepino indican que estas plantas mantienen altas tasas de transpiración, aún a DPV elevados en torno a 3 kPa (Figura 6), probablemente debido a procesos de aclimatación a estos regímenes hídricos rigurosos desde estadios iniciales de su desarrollo y/o al efecto “feed-back” producido por un cierre estomático parcial elevando el DPV . Sin duda, debe promoverse un manejo del cultivo que favorezca la formación de plantas equilibradas con un sistema radicular bien desarrollado.
Los ambientes con alta demanda hídrica se han asociado a la aparición de des- órdenes fisiológicos como la necrosis apical en tomate y pimiento. Esta fisiopatía, que tiene una considerable repercusión económica, está relacionada con una restricción del transporte de calcio hacia la zona distal del fruto de tomate y pimiento. En atmósferas de baja demanda evaporativa se genera como resultado de la reducida transpiración, sin embargo, en el área mediterránea esta sintomatología se desencadena más frecuente- mente por el uso de agua de riego de moderada salinidad, coincidiendo con regímenes de alta radiación y demanda hídrica ambiental. La fisiopatía se desarrolla, al reducirse el flujo hídrico y mineral desde la raíz hacia el fruto como consecuencia de la disminución del gradiente de potencial hídrico entre estos órganos.
Las atmósferas húmedas próximas a la saturación propician: reducción de la tasa de transpiración, disminución del transporte de iones hacia las zonas de crecimiento y desequilibrio hormonal. Estas alteraciones pueden incidir en el crecimiento y desarrollo y provocar morfologías anormales y fisiopatías. El control de una higrometría excesiva en el interior de las estructuras de cultivo es un método para la prevención de enferme- dades criptogámicas.