Método de investigación empírica
En esta sección nos enfocaremos en el estudio de los métodos de investigación empírica. Ellos son el hecho, la observación, la medición y el experimento.
El hecho
Dijimos que la ciencia fáctica parte de hechos de manera que conviene aclarar el concepto: hecho. El hecho es un fragmento de realidad objetiva que puede captarse con los instrumentos materiales (como el microscopio o el telescopio) y teóricos que una determinada disciplina haya desarrollado (ejemplo la física clásica de Newton o la teoría de la relatividad de Einstein), e incluso, determinados hechos pueden ser captados por los órganos de los sentidos.
El hecho es el fundamento de la teoría, porque a partir de él se construye una explicación (teórica) del mismo. Esa explicación, por lo tanto, ha de contrastarse continuamente con los hechos para ratificar la veracidad o falsedad de sus proposiciones. La contrastabilidad de la teoría con los hechos es el principal criterio de verdad de una ciencia. Si los enunciados de una teoría no son verificables en los hechos, entonces no podemos llamarla "teoría científica".
Actualmente al hecho se le atribuyen las siguientes características:
- Existe independientemente de que un investigador lo haya descubierto; y de él se parte para la construcción de teorías científicas.
- Los hechos no son parte de la teoría, sino que se encuentran fuera de ella. Sin embargo, sabemos de ellos a partir de su enunciación teórica. No obstante, lo que sabemos de un hecho (a través de la teoría) puede ser una distorsión del mismo. Por tanto, el hecho es independiente de la teoría y sirve a ésta como criterio de verdad.
- Los hechos son auténticos y, por eso, ante ellos no puede existir la más mínima duda. El problema reside en saber si lo que se ve en el hecho es todo lo que éste es en sí.
- Los hechos son invariantes: lo que cambia es la manera de percibirlos. Recuérdese la manera en que fue cambiando la imagen del universo, y cómo, a pesar de que esa imagen sirvió para conducir la acción de los hombres, ella era falsa. Tal vez ahora mismo nuestra concepción del universo aún se aleja de la realidad, pero sin embargo es mucho más precisa que las anteriores.
Entonces, el proceso de conocimiento inicia en la elección y definición de los hechos y luego se mueve a su interpretación (teórica). Lo paradójico consiste en que la elección de los hechos depende de los conocimientos previos (teoría que sirve de referente).
En síntesis, podemos afirmar que el trabajo del científico consiste en explicar los hechos de la realidad; ellos son el fundamento de todas las elaboraciones científicas y conforme crece su conocimiento en tomo a los hechos puede ser capaz de diferenciados. Este proceso es siempre dinámico: los hechos permiten el desarrollo de la teoría científica y, al mismo tiempo, la teoría posibilita el descubrimiento de nuevos hechos.
La observación
El primer procedimiento científico de carácter empírico lo constituye la observación. La observación científica se define:
.. .como la percepción dirigida de los objetos y fenómenos de la realidad. En el acto de la observación se pueden distinguir: 1) el objeto de la observación; 2) el sujeto de la observación; 3) los medios para la observación; 4) las condiciones de la observación; y 5) el sistema de conocimientos a partir del cual se formula la finalidad de la observación y se interpretan los resultados de ésta.
Estas distinciones de la observación científica siempre deben tomarse en cuenta en la interpretación de los resultados o en la descripción de los mismos. Brevemente explicados el punto uno sería el hecho al que se enfoca el investigador; el punto dos, quién lo está observando; el punto tres, ¿qué instrumentos lo auxilian en su observación?; punto cuatro, ¿cuáles son las dificultades que se presentan en el objeto y cuáles se presentan en el sujeto?, ¿son deficientes u óptimas las condiciones de observación?; y finalmente, ¿qué elementos teóricos sirven para orientar la observación, para saber qué elementos del medio son relevantes y cuáles no?
Es importante aclarar que el observador al realizar su actividad, compromete tanto sus órganos sensoriales como su personalidad toda. Comúnmente se piensa que una persona mira con los ojos. Ésa es una verdad a medias, porque en realidad "se observa con la teoría", sin que por ello se niegue que el hecho se capte con el ojo. Lo que sucede en realidad es que no es el órgano (en este caso el ojo) el que interpreta lo que mira. En este sentido el órgano de observación es el sujeto completo.
Las imágenes son captadas por los órganos de los sentidos pero éstas son integradas en la percepción que depende ya no del órgano mismo, sino más bien, de los conocimientos previos del individuo. La percepción es un acto que involucra la personalidad total del sujeto. Es interesante observar cómo en ocasiones lo que vemos no lo podemos identificar hasta que diferenciamos sus características con respecto a otras ya conocidas. Este fenómeno permite comprender el hecho de que distintas personas pueden observar los mismos hechos pero sus versiones pueden ser diferentes.
Lo que hemos mencionado nos permite concluir que los hechos sólo pueden reconocerse y diferenciarse a partir de los conocimientos previos que el sujeto observador posee. Los hechos pueden estar presentes y, sin embargo, las condiciones actuales del sujeto tal vez le impidan su percepción. De manera que los hechos, a pesar de estar de manera física al alcance del sujeto, pueden permanecer ocultos a la percepción del sujeto, pues esta percepción es selectiva y depende de un esquema o marco referencia!. De allí que sea necesario, para el investigador, contar con la información obtenida por investigaciones anteriores sobre los hechos que desea estudiar.
La medición
Después de que el investigador ha seleccionado el objeto de estudio (hecho), observa y registra con minuciosidad todo aquello que, de acuerdo con su teoría, sea relevante. En las ciencias naturales y, en gran parte de las ciencias sociales, los científicos desean medir cada vez con mayor precisión los variables que les interesan.
A partir del estudio de los hechos, el investigador registra aquello que resulte relevante de acuerdo con la(s) variable(s) en observación. Los registros que va obteniendo, mediante el método experimental o cualquier otro, pueden ser organizados según las escalas de medición científica. Los registros son datos que podemos medir aplicando operaciones lógico-matemáticas según hayan sido clasificados como datos pertenecientes a la escala nominal, ordinal, de intervalo o de razón. La información así recabada puede ser de carácter cualitativo y/o cuantitativo.
Las escalas de medición
Las ciencias naturales pueden medir cuantitativamente casi todos los hechos que estudian, mientras que en las ciencias sociales la mayoría de los fenómenos considerados siguen siendo datos cualitativos, aunque el nivel cualitativo ya puede clasificarse como de la escala nominal. Cuando la variable puede medirse, pasa a escalas superiores tales como: la ordinal, de intervalo o, finalmente, la escala ideal de la ciencia: la de razón.
La escala nominal es la enunciación de la cualidad. Por ejemplo: calor, peso, edad, estado civil, ocupación, etc. Algunas de estas cualidades pueden medirse (calor, peso, edad), mientras que otras no (estado civil). A la pregunta de un cuestionario que dice estado civil la gente que lo responde puede contestar: a) soltero, b) casado, c) divorciado o d) viudo. Esta característica no puede medirse, sólo acepta la clasificación. Las operaciones matemáticas que pueden aplicarse en el análisis de estos datos son: razones, proporciones y porcentajes.
La escala ordinal ya implica que los datos puedan no tan sólo clasificarse, sino además, ordenarse unos con respecto de otros. Un ejemplo de esto es cuando se quieren clasificar objetos de diferentes tonalidades del color verde. Unos pueden ser más verdes con respecto a otros. Otro ejemplo, ahora de las ciencias del comportamiento, ante la pregunta: "¿La clase de matemáticas es interesante?" Las opciones de respuesta pueden ser: a) de acuerdo, b) duda Y' c) en desacuerdo. Los grupos entonces pueden ser ordenados mediante los signos mayor que ">" y menor que "<". Las operaciones matemáticas para el análisis son las mismas que en los datos de escala nominal.
La escala de intervalo se aplica a datos que, además de clasificarse y ordenarse según sean "más que" o "menos que", se sabe con exactitud la cantidad de diferencia entre ellos. Por ejemplo, si queremos conocer la diferencia de temperatura entre diferentes objetos, a cada uno de ellos le acercaremos un termómetro y anotaremos los resultados. Aquí no sólo se sabe si un objeto es "más caliente" o "menos caliente" con respecto a otro, sino que ya podemos determinar con exactitud la diferencia en escala precisa.
En las ciencias sociales podría preguntarse la edad. Las respuestas darían un número que podemos perfectamente clasificar en intervalos, por ejemplo: a) de 14 a 16 años, b) de 17 a 19 años, c) de 20 a 22 años, y así sucesivamente. Los datos de esta escala incluyen el análisis matemático de las operaciones de las dos escalas anteriores y, además, se les pueden aplicar otras que pertenecen a la estadística: media aritmética, mediana, modo, desviación estándar, entre otras.
La escala de razón es el ideal de la investigación y se caracteriza por la presencia de un cero absoluto o verdadero. Esta escala tiene todas las características de las anteriores pero, además, incluye la certeza de que existe una concordancia real entre el dato y el hecho real.
En la escala de intervalo se compara, por ejemplo, la temperatura del mercurio con algún otro cuerpo y, entonces, se puede decir que el segundo cuerpo tiene una temperatura equis con respecto a la que el primer cuerpo tiene (en este caso el mercurio). Por eso no podemos afirmar que el cero en este sentido signifique "ausencia de temperatura". El ejemplo que podemos presentar para la escala de intervalo puede ser el peso. El cero en este caso sí significa ausencia de peso en el cuerpo en cuestión.
Los instrumentos de medición
Es importante señalar que los instrumentos de medición también son resultado de la actividad investigativa de los científicos. Por ejemplo, primero se conoció que la materia ante el calor aumentaba su tamaño; posteriormente, se inventó el termómetro definiéndose como la elevación del nivel del mercurio en un delgado tubo debido al calor recibido. El mercurio sirve de base para comparar, con respecto a éste, las variaciones de temperatura de otras sustancias o cuerpos.
Los instrumentos de investigación se han creado para conocer nuevos objetos que de alguna manera ya existen en la mente del investigador. En ocasiones, los instrumentos se construyen expresamente para observar hechos que permitan afirmar teorías. Recordemos cómo Galileo construyó un rudimentario telescopio con la finalidad de mirar los cielos y encontrar indicios que le permitieran demostrar la teoría cosmológica de Copérnico. Ese telescopio le permitió mirar cráteres en la Luna, descubrir lunas en el planeta Júpiter y encontrar manchas al Sol.
El experimento
El experimento puede definirse como el procedimiento diseñado para manipular variables en condiciones especiales que permitan poner en juego algunas variables para observar su comportamiento y así lograr descubrir la esencia de un objeto de estudio. Una o más variables son llamadas independientes o causas de otra(s) que recibe(n) el nombre de variable(s) dependiente(s) o consecuencia(s) de las primeras. Estas condiciones controladas en las que se observa y mide lo que sucede con el objeto de estudio es lo que se llama experimento.
Las finalidades de un experimento pueden ser diversas. Si el objetivo es conocer las leyes que rigen algunas de sus características o comportamiento, entonces se trata de un experimento prospectivo; en cambio, si el objetivo es comprobar una determinada hipótesis se le llamaría experimento verificador. La mayoría de las veces un experimento cumple ambos objetivos.
El método experimental constituye el método por excelencia de las ciencias naturales, aunque también se usa con frecuencia en las ciencias sociales. Se piensa a menudo que los experimentos se hacen únicamente en los laboratorios. Esta idea es falsa porque también pueden diseñarse experimentos de campo. La diferencia entre un experimento de laboratorio y uno de campo es que en el primero se tiene un mejor control de las variables extrañas del proceso, debido a que se puede reproducir una y otra vez el procedimiento hasta descubrir lo relevante de lo irrelevante sin que haya variación significativa entre los distintos ensayos; en cambio, en el experimento de campo se presenta mayor dificultad, ya que se verifica en el proceso natural del fenómeno y, por tanto, es muy difícil reproducirlo en las mismas condiciones.
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