Tasas de crecimiento regional de tractores (1970-2007)
De acuerdo con cifras reportadas por los censos agropecuarios, las unidades de producción han crecido 4.2 millones en número; sin embargo, la superficie cultivada no aumenta al mismo ritmo y ha pasado de 139.9 millones de hectáreas superficie se ha reducido, tendencia que concuerda con el nivel actual del número de tractores disponibles para la producción, pues al presentarse un excesivo fraccionamiento de la propiedad ejidal, principalmente resulta inoperante y mucho menos rentable contar con maquinaria propia.
En términos generales, se puede afirmar que la cantidad de tractores ha disminuido de manera drástica a partir de los años setenta; sin embargo, es importante diferenciar dos grandes periodos en este fenómeno. Al nivel nacional, durante el primer periodo (1970-1991) se observa un crecimiento sustancial del parque motorizado en estudio (75.37%), lo que denota un aumento sustancial en el número de tractores y que pudiese atribuirse básicamente a la renovación de maquinaria adquirida entre los años 50´s y 70´s (Cuadro 1).
El segundo periodo (1991-2007), muestra un descenso significativo con respecto al número de tractores existentes, situación que puede sugerir un cierto nivel de estabilización sobre el número de tractores requeridos para el sector agropecuario y forestal, pues las tasas de crecimiento medias anuales (TCMA) presentan signos negativos. Respecto al volumen de tractores en cada región, se puede observar que la región norte a pesar de ser la que cuenta con el mayor número de tractores crece a un ritmo más lento, siendo el centro del país, la zona que presenta el nivel más alto de crecimiento y el sur siempre se ha mantenido con las tasas de crecimiento más bajas.
Lo anterior, puede explicarse por el hecho de que en la parte norte del país se acentuó más el fenómeno de tractorización durante los años 50´s y 60´s, debido a los grandes repartos agrarios que se dieron y creación de enormes obras de infraestructura hidroagrícola, que permitieron la apertura de grandes extensiones de terrenos planos, trayendo como consecuencia una amplia demanda de tractores para la producción y el un fuerte apoyo por parte del estado para su adquisición.