Introducción de los tractores en el agro nacional
La introducción de tractores en el campo mexicano se desarrolló como parte de las políticas de desarrollo y modernización del agro nacional que se impulsan de manera más dinámica a partir del gobierno de Lázaro Cárdenas, situación que continuará en las administraciones posteriores. Sin embargo; el desarrollo y ampliación del parque nacional de tractores ha dependido fundamentalmente de la instrumentación y orientación de las políticas de subsidios y apoyos a la capitalización rural que han seguido los diferentes funcionarios encargados de su diseño y ejecución.
La revolución verde, dio paso a regiones de alto desarrollo, con rendimientos agrícolas altos según datos reportados por Hewitt (1978), hecho que se dio durante los años del modelo de mecanización agrícola intensiva (1940-1970) en los cuales México pasó de aproximadamente diez mil tractores en el campo a más de medio millón de estas máquinas operando, hecho que se percibe de manera fehaciente en conjunción con otros factores en el aumento de los rendimientos obtenidos, por ejemplo; en maíz se duplicó, “pasando de 565 a 1 194 kg ha-1, los de trigo casi se triplicaron”, al obtenerse de 772 a 2 817 kg ha-1.
Durante la década de los cuarenta y cincuenta la oferta de tractores (y demás maquinaria agrícola), se introdujo de manera predominante en los distritos de riego, donde sus ventas se incrementaron de manera muy rápida, dados los subsidios en forma de créditos y en el precio de los combustibles que mantenía el estado. En la década de los sesenta la oferta de tractores tendió a desplazarse hacia las regiones temporaleras, que originó un incremento sostenido de 8.7% anual de tractores bajo el régimen de temporal (Linck, 1985). Esto se debió en gran medida a la reorientación de las políticas agrícolas en estas las zonas, dando continuidad a un proceso de reestructuración productiva que las insertó dentro del ámbito del mercado nacional.
Los resultados obtenidos en el presente estudio concuerdan con lo expuesto líneas arriba, observándose una etapa de crecimiento en el número de tractores existentes que abarca las décadas 50’s, 60’s y 70’s, al pasar de aproximadamente 194 000 a 581 000 tractores en el campo mexicano (Figura 1); sin embargo, registra un descenso en el número de unidades a partir de los años ochenta, situación que se explica por una parte debido al cambio tecnológico que han sufrido estas máquinas en términos de eficiencia en el uso de la energía y rendimiento en campo, es decir han aumentado su potencia de trabajo usando menos combustible, situación que se retoma más adelante.
Los resultados obtenidos en el presente estudio concuerdan con lo expuesto líneas arriba, observándose una etapa de crecimiento en el número de tractores existentes que abarca las décadas 50’s, 60’s y 70’s, al pasar de aproximadamente 194 000 a 581 000 tractores en el campo mexicano (Figura 1); sin embargo, registra un descenso en el número de unidades a partir de los años