La agricultura sustentable surge como una alternativa para mitigar los efectos del cambio climático, promoviendo prácticas que respetan los ciclos naturales y fortalecen la resiliencia de los sistemas agrícolas.

• Principios fundamentales:

  • Diversificación de cultivos: Se promueve el uso de agroforestería y rotación de cultivos para preservar la fertilidad del suelo y prevenir plagas.

  • Fertilización orgánica: Uso de compost, estiércol y residuos orgánicos para mantener la salud del suelo.

  • Reducción del laboreo: Técnicas que minimizan la alteración del suelo, conservando su estructura y capacidad de retener agua.

  • Integración agrícola-ganadera: Combina cultivos con ganadería para maximizar el uso de recursos locales y reducir el impacto ambiental.

• Beneficios:

  • Reducción significativa de las emisiones de GEI.

  • Conservación de recursos hídricos y suelos fértiles.

  • Mejora en la seguridad alimentaria al diversificar la producción agrícola.

  • Fortalecimiento de comunidades rurales mediante la revalorización de conocimientos tradicionales.